Abans de recuperar el ritme normal del bloc a partir de la propera setmana, volia repescar un dels últims posts del juny passat per tal de contestar a un dels comentaris rebuts.
A “La nova Andalusia”, escrivia sobre el profund canvi social i econòmic que ha viscut Andalusia les darreres dècades. Aixecant una economia forta que busca el múscul financer per continuar el camí del creixement. Tot plegat, apuntava, s’ha de veure amb interès des de Catalunya, ja que consolida la modernització de les zones tradicionalment més deprimides d’Espanya i acaba amb la justificació de l’insuportable dèficit fiscal que pateix el país.
Un interessant comentari rebut des de l’andalusisme militant demana una resposta a mode d’aclariment. D’una banda, l’ambició i la seguretat en el futur d’Andalusia que respira el comentari, confirmen la nova sintonia que es viu a la regió més meridional d’Espanya. Allò més sorprenent, però, és com s'oblida l’aportació catalana al revifar andalús, arribant a negar el subdesenvolupament crònic que tot just s’ha deixat enrere.
És cert, com indica el comentari, que el consum interior és font de riquesa. Peò no es pot oblidar que aquest consum era inexistent quan els andalusos no tenien els recursos suficients per garantir la capacitat de compra que converteix els ciutadans en consumidors. Andalusia no ha tingut consumidors amb potencial atractiu fins que els subsidis estatals, amb origen principalment català, i el turisme els l'han generat en èpoques recents. Els catalans han fet una aportació de primer ordre, de grat o per força, al renaixement espanyol, i no reconeixer-la afegeix indignitat a la injustícia d’un espoli que encara dura.
A “La nova Andalusia”, escrivia sobre el profund canvi social i econòmic que ha viscut Andalusia les darreres dècades. Aixecant una economia forta que busca el múscul financer per continuar el camí del creixement. Tot plegat, apuntava, s’ha de veure amb interès des de Catalunya, ja que consolida la modernització de les zones tradicionalment més deprimides d’Espanya i acaba amb la justificació de l’insuportable dèficit fiscal que pateix el país.
Un interessant comentari rebut des de l’andalusisme militant demana una resposta a mode d’aclariment. D’una banda, l’ambició i la seguretat en el futur d’Andalusia que respira el comentari, confirmen la nova sintonia que es viu a la regió més meridional d’Espanya. Allò més sorprenent, però, és com s'oblida l’aportació catalana al revifar andalús, arribant a negar el subdesenvolupament crònic que tot just s’ha deixat enrere.
És cert, com indica el comentari, que el consum interior és font de riquesa. Peò no es pot oblidar que aquest consum era inexistent quan els andalusos no tenien els recursos suficients per garantir la capacitat de compra que converteix els ciutadans en consumidors. Andalusia no ha tingut consumidors amb potencial atractiu fins que els subsidis estatals, amb origen principalment català, i el turisme els l'han generat en èpoques recents. Els catalans han fet una aportació de primer ordre, de grat o per força, al renaixement espanyol, i no reconeixer-la afegeix indignitat a la injustícia d’un espoli que encara dura.
4 comentaris:
Hola Marc,
Lo que sucede con la inmensa y no suficientemente reconocida aportación catalana a España tiene una fácil explicación.
Imagínate que te pido un euro, me lo dejas, pero... me estás recordando durante diez años que me lo has dejado y encima cada día me dices que tengo que ser menos vago y trabajar más para podértelo devolver o para que no me tengas que dejar más.
¿tengo que estar agradecido?
o por el contrario,
¿iré acumulando cabreo hacia quien que me lo ha dejado pero que está haciéndomelo pasar mal?
El rendimiento que consigue la clase política catalana de su ayuda hacia regiones más desfavoridas de España, es sencillamente la PEOR posible.
La imagen que se transmite es la siguiente:
Cataluña está pasando por un acaparador que solo deja el dinero que le sobra (en Cataluña se vive muy bien, incluso mejor que en la mayoría de regiones europeas) porque el estado le obliga.
El resultado es que no hay agradecimiento por la ayuda prestada, solo resentimiento hacia alguien que se ve obligado a ayudar a los más desfavorecidos a los que en realidad desprecia.
Las consecuencias de esto se deben analizar en dos escenarios posibles:
1. Cataluña sigue dentro de España.
Los españoles no son tontos y se dan cuenta que en Cataluña mucha gente desprecia a España, porque se consideran más "cultos" y europeos que los patanes que viven al sur.
El resentimiento que genera la sensación de sentirse despreciado no puede beneficiar en nada a Cataluña.
2. Cataluña se independiza.
Con un vecino tan arisco y agresivo como Francia al norte, Cataluña necesitaría defender sus intereses naturales aliándose con España y enfocar sus mercados exteriores también a España. Sin embargo con la cantidad de resentimiento que se está acumulando esto no sería posible en varias generaciones.
Esto significa que con Francia (no los franceses no quieren que pase lo mismo en Perpiñán) y España en contra, la calidad de vida de Cataluña podría caer en picado rápidamente.
En otras palabras, la clase política catalana está haciéndolo de la peor manera posible ya que encima de pagar, no saca ningún rédito de esta ayuda económica.
Antfiz,
Agreixo molt un comentari raonat com aquest. El cas és que l'aportació catalana ha arribat a ser un ofec i vist que no comptem amb els mitjans per frenar-la només ens queda la queixa. La queixa o l'acció directa tipus tancament de caixes que espero que s'acabi duent a terme.
Gràcies,
Marc
Marc,
Primero de todo decir que he encontrado este blog por casualidad y que me ha gustado el tono general, donde unas firmes convicciones no son obstáculo para una actitud dialogante.
No me gustaría intervenir en un sitio donde mis comentarios estuvieran fuera de lugar. Si crees que este es el caso me lo puedes comunicar a través de un discreto e-mail y dejaré de hacer comentarios, también discretamente.
Volviendo al tema, creo que el problema de la financiación catalana no está correctamente orientado. Me explicaré.
En cualquier estructura política, una de las funciones básicas de los políticos consiste en conseguir recursos económicos, para después repartirlos o gastarlos en la región que gestionan.
Esto se aplica tanto a los estados, a las autonomías, diputaciones, ayuntamientos y barrios. También se aplica a cualquier asociación.
Esta labor dista mucho de ser idílica y tiene mucho de barriobajero, aquí y en cualquier lugar del mundo.
Ejemplos de esto es que estados como el español han defendido con uñas y dientes seguir recibiendo fondos europeos durante más años de los que le correspondería por nivel de renta.
El intento de conseguir recursos de donde sea, lleva a estados democráticos como USA, Francia, Alemania e incluso Suecia a sobornar a gobiernos de otros países para conseguir contratos ventajosos para sus empresas.
Y no hablemos de los navajazos traperos que se dan entre ellos para ver quien roba a países en vías de desarrollo su petróleo, diamantes y demás recursos naturales. Estos estados llegan, o han llegado, al extremo de financiar guerras civiles para mantener su control sobre estos recursos.
Otro ejemplos a más pequeña escala son las autonomías que intentan dar beneficios fiscales con el objetivo de competir deslealmente con otras autonomías que no tienen facultades para ello...
Así podríamos ver miles de ejemplos más. Desde el barrio donde el primo del concejal consigue cuatro centros culturales nuevos a las asociaciones que reciben dinero por estar bajo el paraguas del partido gobernante.
Lo que quiero decir con esto es que la lucha por los recursos económicos es consustancial a cualquier organización humana y que es siempre la parte menos noble de ellas.
La situación en que nos encontramos en Catalunya es que durante mucho tiempo hemos tenido un gobierno (CiU) que se ha asentado en el poder y que no ha realizado bien una de las principales labores que tenía encomendadas, como es el conseguir recursos económicos que permitieran el crecimiento de Catalunya.
Ahora, además, se da la paradoja de que el partido que debería ser más combativo en ese sentido (ERC) no está en situación de hacerlo, ya que sus líderes se desangran en luchas civiles intestinas por el poder y, simplemente, no están por lo que tienen que estar.
En estos momentos lo único que hace ERC es utilizar el problema del déficit fiscal para intentar convencer a catalanes que no son nacionalistas de que Catalunya estaría mejor siendo independiente.
Pero en realidad ERC no tiene capacidad, ni experiencia, ni contactos, para conseguir recursos ni españoles, ni europeos, ni por supuesto mundiales.
En estas circunstancias, el partido que está haciendo lo que tiene que hacer de forma discreta pero efectiva es el PSC. Estoy seguro, aunque es solo una opinión personal, que bajo la presidencia de Montilla se van a conseguir muchas más cosas de las que consiguió CiU en veinte años o de las que conseguiría ERC, y por descontado, sin huelgas fiscales por medio.
Por supuesto, Montilla no lo tiene fácil. Por un lado, conseguir dinero nunca es fácil y siempre siempre siempre siempre lleva bronca asociada y, por otro lado, a los partidos nacionalistas no les gustará nada ver como un partido no nacionalista consigue más recursos de los que pueden conseguir ellos...
Lo único que espero es que el PSC consiga reconstruir la imagen que tiene Catalunya en el exterior.
En cualquier caso, aunque Catalunya se independizara, esta buena imagen le sería fundamental para tener éxito como estado independiente.
Un abrazo
Alfonso,
El que escrius del meu bloc es un gran elogi. Moltes gracies.
No entenc per que penses que hauria de molestar-me rebre els teus comentaris. Ben al contrari!
Anant al teu comentari, estic d'acord amb el plantejament que fas de la questio, pero no tinc cap confianca en l'exit del President Montilla. L'estat necessita l'aportacio fiscal catalana i frenar el deficit fiscal demana uns esforcos i un canvi d'estructura que Espanya no fara per propia voluntat. Sense un fet catarquic com ara un tancament de caixes o un plantejament unilateral d'aquest tipus mai no es frenara el drenatge fiscal del pais.
(Disculpeu la falta d'accents. Escric des d'Italia i el teclat no dona per mes)
Moltes gracies,
Marc
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